Descanso a mi corazón

La mayor parte de tiempo este blog se ha caracterizado por mis experiencias en el amor. Sin mucho recelo he contado gran parte de mis andanzas, quizás porque no soy la única que la vivido y a lo largo de los años mi perspectiva ha cambiado. Me encanta poder compartir esas experiencias con personas que quizás necesiten saber que no están solos y que puedan ver su problema desde otra perspectiva.

Leer más »

Mi “nueva normalidad“

Como cosa de Dios, o cosa del diablo, el 7 de octubre me notificaron que debo regresar a trabajar de planta todos los días. Confieso que en el primer momento pensé “qué pereza, Ya me acostumbre a estar en mi casa todo el día, todos los días”, También pensé que me había adaptado muy bien a esta normalidad y que por un instante, podría quedarse así ¿ para siempre? No lo sé, sólo era parte de un pensamiento ideal, interesante pero por lo visto bastante alejado de la realidad.

Leer más »

Una pausa para continuar…

Para continuar primero hay que tomar un descanso.

Día número N de mi cuarentena, en casa haciendo teletrabajo, refugiándome en una rutina implantada Obligatoriamente pero que he sabido tomarle cariño y que ahora disfruto, sobre todo en mis pausas. Rutina que tienen muchas personas también pero que no debería envidiarse, porque estar en casa tanto tiempo también abruma, sobre todo en mi caso que debo cuidar a mi abuela y también cuidar mi condición: Crisis aleatorias de rinitis crónica.

Leer más »

Cuando el ego mata al amor…

El ego y el amor son negro y blanco. Un contraste que envenena ambas almas.

El ego… ¿qué entendemos del ego? ¿Es bueno o malo? ¿Lo tenemos o sólo lo fingimos? ¿Tiene sentido o no utilizarlo? Cuando vemos a una persona con un ego elevado nos parece inalcanzable, inquebrantable y segura de sí misma, y sentimos que nunca vamos a poder conocerla del todo porque siempre estará esa pared gigante impenetrable que protege todas sus vulnerabilidades.

Leer más »

«Cuando volvamos a la normalidad…»

Es una frase que se repite constantemente durante estos días tan extraños… Porque estábamos acostumbrados a una realidad que poco a poco se nos ha ido arrebatando, a una rutina que por repetirla tanto ya ni siquiera nos dábamos cuenta de lo que hacíamos, a las dificultades del día a día que ocupaban nuestra mente y no nos permitían disfrutar de esa realidad.

Esas dificultades que se normalizaron: los tranques bestiales, la universidad, el trabajo, el gym, la falta de sueño, los compromisos, familia y pareja, cuentas por pagar, diligencias y todo el trajín del día a día al cual se reducía nuestra existencia por lo menos en esta etapa de nuestras vidas. Dificultades que en más de una ocasión queríamos ‘foldear’ e irnos a la mierda, aunque sea por 15 minutos.

Leer más »

Cuarentena Día No. ¿?

Me abstuve de escribir algo sobre toda la situación durante este primer mes de aislamiento (en Panamá), quizá porque necesitaba adaptarme a esta nueva realidad que supone un bucle eterno de malas noticias. Porque quería aprender más, instruírme y no dejarme llevar por el amarillismo de los medios ni los mensajes alarmistas de mis tí@s en Whatsapp.

Porque quería comprender qué tan grave es todo este asunto, tenerlo en cuenta y adaptar mi mente a este escenario, el cual si lo pienso demasiado me abruma pero creo que he sabido sobrellevarlo.

Leer más »

-¿Todo bien?

-Sí, no te preocupes… Sólo soy yo y mis cosas.

-Bueno… Espero que estés mejor de verdad y logres descansar bien…

Bien… todo está bien… todo lo que estoy viviendo está más que bien y me encanta. Por fin me siento tranquila, en paz conmigo misma y con todo lo que me rodea. Por fin puedo decir que estoy viviendo una tranquilidad auténtica y mis sonrisas espontáneas lo corroboran.

Por fin puedo decir que son más las lágrimas que salen por alegría que por tristezas o preocupaciones, que al fin y al cabo se pueden resolver. Incluso puedo sentir que soy yo misma y que no debo fingir en lo absoluto para caerle bien a nadie, porque las personas que tengo en mi vida me aceptan como soy y además, ¡les encanta mi manera de ser!

Por fin puedo sentir que valgo mucho, que soy única y que puedo seguir mejorándome mucho más… Que no tengo sino cosas buenas que ofrecer al que se me atraviese en el camino y eso me llena de tanta tranquilidad. No tengo energía para dar malas vibras a los demás.

Finalmente puedo decir que estoy en mi mejor momento, que luego de tanto buscarme a mí misma y encontrar todo lo maravillosa que puedo llegar a ser, no hay nada ni nadie que, consciente o inconscientemente me vaya a hacer sentir mal o a detener.

Aunque a veces tengo miedo, sí… tengo miedo que todo esto que he construído se desmorone, quizás por una o más decepciones, o por mí misma. Que toda esta felicidad sea momentánea, porque en un momento mi statu quo era solo drama y tristeza, y no quiero volver a ello nunca más…

No quiero ser más esa persona sumisa y triste que dependía mucho emocionalmente de alguien. Me gusta más esta versión de mí y me he encariñado tanto con ella que no quiero soltarla. Puede que exista alguna que otra decepción en mi vida y me da miedo, pero debo utilizar todo esto que he construído para consolarme a mí misma, empoderarme y seguir adelante, si así sucede.

IMG-5416

Pero tampoco quiero pensar en lo malo, sino en todas las cosas buenas que me están sucediendo, que a veces no me las creo, pero que debería empezar a abrazar y a mantenerlas conmigo, para así darme cuenta que esto es lo que realmente estaba buscando en todos esos momentos que me sentía desconsolada y perdida.

Pero ya no me siento así, me siento en paz, tranquila y sobre todo siento que estoy en el lugar correcto y que no debo tener miedo en absoluto. Siento solo amor en mi corazón y eso me hace sentirme bien… porque está todo bien.

No Correspondid@

A veces me siento insegur@, no por lo que yo soy sino por lo que son el resto de las personas. No sabes a ciencia cierta lo que piensan y por lo que más quieras no puedes adentrarte en sus cabezas y escudriñar nada. Simplemente no se puede. Siempre hay algo que pensarán y no te dirán, alguna espinita que nunca se van a sacar, algo que saben que puede hacerte daño y prefieren evitarse el drama.

Me siento insegur@ porque siempre quiero ser y hacer más por los demás, quizás más de lo que son y hacen por mí; y a veces es frustrante el hecho de no saber si es demasiado, si los estorbo, si prefieren mi compañía o, de plano, que me vaya. Si estarían dispuestos a hacer todo eso por mí o simplemente bloquear toda esperanza y dejar de hacerlo todo.

Y no están en la obligación de corresponderme si así no lo quieren, es válido decirlo porque en ese momento habrá honestidad de por medio y prefiero quedarme con ello. Prefiero que sean transparentes conmigo aunque sea doloroso, porque yo soy transparente con las cosas que siento también. Prefiero una verdad que duela a una mentira bonita, que al final sería más dolorosa que la primera.

Siempre busco dar lo mejor de mí a quienes quiero, también porque siempre pienso en dar lo mejor de mí en todo lo que hago y en todo lo que soy. Atesoro mucho cada uno de los elementos que construyen mi ser, mi mente y mi corazón; y lo hago porque me conozco bien. Solo fallo en hacerme sentir bien en el preciso momento que tengo estas inseguridades, pero no me culpo del todo porque es algo que no puedo controlar.

Aunque el simple hecho de que no está en mis manos que me quieran de verdad sea frustrante, quizás sea lo más interesante en el juego de las relaciones interpersonales (ni yo me lo creo). Aunque en verdad me de mucho miedo que ya no quieran saber de mí, aunque ya haya pasado por ello una y otra vez; sigue asustándome el hecho de que una persona que quiero mucho quiera irse de mi lado.

Sin reparos ni explicaciones, simplemente ya no quiere estar ahí y yo no puedo obligarla a estar… Lo cual está bien, porque todos tenemos derecho de estar donde realmente queremos. Y aunque no sea nada personal, ahí voy y pienso que soy yo el principal motivo de ese abandono. Puede que realmente sí, que tod@ yo sea uno de los motivos: ya no te gusto como antes, conociste a alguien (según tú) mejor que yo, cambié algo que te gustaba de mí, engordé, adelgacé… y un sin fin de motivos que, aunque sea en una pequeña parte, me involucran.

Pero va esa persona y dice el clásico trillado «no eres tú, soy yo» y sí, el motivo es el/ella. ¿Por qué? Porque es esa persona la que se aleja, la que cambió, la que está llevando a cabo la acción. Es simple. Aunque formemos una tormenta en un vaso de agua, lo cual también es válido porque sí, duele. Pero si te mantuviste auténtic@, tendrás en tu mente y en tu corazón la salvedad de que diste lo mejor de ti.

Resultado de imagen para eric and adam

Y simplemente a esa persona no le parece suficiente, pero NO ES TU CULPA. O dime, ¿quieres seguir con una persona que no piensa que eres lo máximo? No, ¿verdad? Entonces aunque tengas un millón de preguntas, en el fondo ya sabes lo que realmente sucede. No es tu culpa que alguien se vaya de tu vida así de la nada. No tienes que cambiar si todo lo has hecho correctamente, no tienes que fingir, no tienes que luchar por agradarle a esa persona, que por lo que más quieras, nada le impedirá irse.

Mejor pon todo ese empeño en agradarte a ti mism@, enriquece tu mente, tu personalidad y tu corazón haciendo todo lo que a ti te gusta. Es el momento de enorgullecerte de ser tú y de rodearte de aquellas personas que sabes que NUNCA se irían de tu lado. Esas son las personas que debes valorar en lugar de seguir pensando en alguien que ya no valora lo que eres tú.

Y sobre todo vuelve a ti, porque nadie va a quererte, a valorarte, a cuidarte y a amarte más que tú mism@… Sigue haciéndote mejor cada día y verás que esa persona poco a poco dejará de tener importancia porque ahora lo más importante eres tú.

Resultado de imagen para rahim and eric

La temporada 2 de ‘Sex Education’ está disponible a partir del 17 de enero en Netflix (Foto: Netflix)

¡2019!

2019: Un año desbordado de lecciones, el que pude conocer, experimentar y aprender tanto… que me sorprende que todo eso haya tenido cabida en un sólo año. Pero aquí estoy, con el corazón lleno de amor: amor propio, amor de mi familia, de mis amigos, de personas especiales que Dios y el universo pusieron en mi camino; lleno de seguridad, de sabiduría, de entendimiento y madurez.

Fueron tantas experiencias hermosas, divertidas y fuertes, que incluso las podría enumerar por mes:

Enero. Subí el Volcán Barú: Algo inalcanzable y casi imposible, que pude lograr en 12 horas pero que me ayudó a purgar todas mis malas vibras del 2018. Aprendí a unirme más con mis primos, quienes considero mis hermanos y a atesorar los recursos (sobre todo el agua).

 

img_2360.jpg

Febrero. Me gradué el día de mi Cumpleaños: Cumplí el sueño de mis padres, mi hermano y mi familia. Al fin pude decir: Estoy tatuada y graduada. Todo junto a mis mejores amigas de la Universidad, quienes me cantaron antes de la ceremonia. Ese día me sentía una princesa con mi toga y mi birrete.

IMG_3294

Marzo. Ví a Residente en Vivo: Mi artista masculino favorito de siempre, porque me aprendí casi todas sus canciones, siempre me encantó su irreverencia y su forma de hacer arte y verlo en vivo fue simplemente un sueño hecho realidad.

IMG_5486

-Pero no todo fue felicidad en este año… También hubo meses turbios en los que literalmente quería morirme-

Abril. Un amigo me traicionó: Alguien que estimaba y quería mucho, me hizo confundirme completamente solo para aprovecharse de mí. Al principio todo era un juego, y quise creer en sus palabras pero sus acciones demostraban todo lo contrario. Entonces me alejé completamente porque sabía que permanecer ahí me haría más daño. Lloré como nunca este mes porque no podía soportar verlo.

Y para superar este bajón…

Mayo. Viajé sola a Brasil: Durante la JMJ conocí a Jaque y a Gika, dos catarinenses que se hicieron mis amigas y me invitaron a vacacionar en Brasil. Conocí a Alexandre, a Higor y su hermosa familia, quienes me hicieron sentir un miembro más en el Día de las Madres. Aprendí muchísimo de la cultura de la Región del Sur de Brasil, a subsistir sola en Florianópolis, SC., y a hablar portugués más fluidamente.

IMG_7213

Junio. Mi desequilibrio Hormonal: Una odisea que no le deseo a ninguna mujer. Pero que llegó para enseñarme (a palos) a cuidar y a querer más a mi propio cuerpo. En mi artículo “Todo está bien…”: empieza el relato de mi más reciente lucha., explico más detalladamente todo lo que me pasó.

Julio. Mi Recuperación: En dos meses de doloroso letargo, por fin veía la luz entre tanta oscuridad, y poco a poco entendía todo lo que había pasado con mi mente, mi cuerpo y mi corazón. En el artículo “…realmente bien”: …una lucha de adentro hacia afuera., está el descenlace de toda esta odisea.

Agosto. Volviendo a ser yo: Volví a nadar, me volví a tatuar, volví a mis ejercicios habituales y a trabajar. Me sentí feliz de poder regresar y ser útil como siempre. También volví a mis andanzas, a rumbear y a salir… Cumplí el sueño de mi mamá de ver a Chayanne en vivo y también fui a ver a mis reggaetoneros favoritos de siempre. Porque quería, y porque mi físico estaba mejorando cada vez más.

IMG_9880

Septiembre. Volvió el trabajo duro: Empezó la temporada 2019-2020 de NFL y también todo lo que queda del año para cerrar en cuanto a deportes. Me mantuve trabajando todo lo que no pude los meses anteriores, con la mente ocupada y sin tiempo para lamentarme de absolutamente nada.

Octubre. Casi se nos va la Matriarca: Mi abuela comenzó a tener problemas cardiacos y como familia todos nos asustamos y por eso nos unimos para darle amor y fuerzas. Nos dimos cuenta a tiempo de que su condición estaba empeorando y le operaron para colocarle un marcapasos. Ahora ella está sana, tranquila y seguirá con nosotros por muchos años.

IMG_1467

Noviembre. Trabajando en mí: Seguí ocupandome de mí misma y de concentrarme en el trabajo, tanto que comencé a brotarme por estrés. Casi ni dormía y me volví dependiente al café, pero con la satisfacción de seguir cosechando frutos en mi profesión. También seguí mejorando en natación y no había semana en la que no fuera a relajarme y despejar mi mente entre tanto alboroto. Al final logré un balance y me llenaba de satisfacción.

Diciembre. Conocí a un nuevo ‘alguien’: Quemando el último cartucho del año y cuando menos lo esperé, conocí a un chico con el que rápidamente tuve buena química. Yo ya sabía quién era él pero él no sabía quién era yo, en lo absoluto. Ahora estamos en el proceso de conocernos mejor y de compartir muchos momentos juntos. Quién sabe qué nos depara el destino, lo único que sé es que me encanta todo lo que estamos viviendo.

img_3406-e1577586259469.jpg
PD. No soy Giants Fan.

Y así termina este hermoso año lleno de recuerdos y sin duda uno de los mejores de mi vida, porque entendí muchas cosas, porque aprendí de la empatía, a ser agradecida, a cuidarme a mí y cuidar a los míos, aprendí a superar mis propias expectativas de mí misma, a darme cuenta de quiénes en verdad están conmigo y sobre todo a amarme más, amar cada una de estas heridas porque se traducen en enseñanzas y en fortaleza. Más que nada para poder enfrentar los retos que ya se avecinan en este 2020 y que estoy ansiosa por superar.