He cambiado…

Desde que escribí mi último artículo, finalizando el 2021, han pasado algunas cosas. He estado los suficientemente ocupada como para que la notificación de la renovación de este dominio en mi Banca en Línea haya sido lo que me recordara que TENGO UN BLOG CON MÁS DE 100 ARTÍCULOS y que lo he abandonado por otras prioridades. Perdón, blogsito… estaba tratando de ser alguien en la vida pero tengo mucho que contarte… 🙂

Definitivamente he cambiado por dentro y por fuera, si contáramos la Pandemia, triplicaría el impacto de ese cambio y lo he dejado plasmado en este sitio (puedes ver todos mis artículos al respecto), pero además de eso, últimamente ha cambiado mucho mi mentalidad. De manera integral he podido visualizar todas las situaciones que me rodean y que me gustarían mejorar, no «cambiar». Porque es muy egoísta y utópico creer que solos podemos cambiar algo externo que nos molesta o que no está bien y es otra de las cosas que he aprendido en este tiempo de pausa.

Me he vuelto más reflexiva, más contemplativa, más receptiva… porque para pensar en mejorar algo, debes ocuparte de resolver un problema y ¿cómo resuelves ese problema? Escuchando, prestando atención, meditando, tomando en cuenta todas las aristas y pensando detenidamente las respuestas. No basta con saber que hay algo que molesta, que incomoda y que queremos que mejore… Debemos tomar acción, aunque sean pequeños pasos, cada día podremos avanzar a esa posibilidad y sobre todo, si queremos que algo cambie del todo, primero debemos cambiar nosotros mismos.

Y parte de ese cambio de mentalidad en mí, se traducirá en situaciones que he contemplado y que dejaré plasmadas en este blog, ahora que he terminado por completo las materias doctorales para mi titulación como Magister en Docencia Superior con Énfasis en Tecnología Educativa. ¿Suena bien, no? Sí… Estudié para ser docente. Profesora. Maestra. Todo en uno. Y parte de ese proceso es este despertar del que he dado un pequeño sneak peek.

Deja un comentario